domingo, 17 de marzo de 2013


PALABRAS SIN RIMA

Sombras. Me gusta esa palabra, al igual que obscuro u oscuridad. A diferencia de otros, no les temo, ya que son las únicas palabras que van a acompañarme cuando nadie más decida hacerlo.

Tiempo de sombras, mares de versos.

Tinteros de lluvia.

He intentado dejar de escribir, pero no logro que pase un solo segundo sin que me vengan palabras a la mente. Es como algo que me ha atrapado en silencio para no dejarme marchar.

El tiempo entre las palabras es más preciso y constante, transcurre más rápido, al tener más espacios y recovecos por los que escaparse.

No quiero dejar de escribir, mis manos están hechas de tinta, mi tiempo ocupado por versos y mi oscuridad, iluminada por el resplandor de una poesía interminable.
En un segundo pueden ocurrir muchas cosas, como que te venga una primera rima a la cabeza, o que decidas escribirla... ¿Por qué la escribí? Puedo. Puedo llenar páginas con versos, aunque sean versos de palabras vacías, alegres y extensos, o de tristeza fría. Pero puedo. Estoy llenando páginas, estoy pintando palabras de azul y negro; las creo, las tacho, les doy sentido.

Estoy sintiendo mis palabras...

Siento todo lo que escribo, si no, no lo escribiría.

Veo llorar al bolígrafo sobre un folio en blanco, y sus lágrimas son las más hermosas que he podido ver nunca. El brillo de otras lágrimas no crean palabras... pero sí las de mi bolígrafo.
Siento lo que escribo, ya sea prosa o verso. Siento mis palabras. A veces lo que siento no rima con nada... y a veces no siento nada, aunque rime con algo, por eso no lo escribo. Por eso mi bolígrafo, a veces, se cansa de llorar. Mi mente se cansa de sentir. Mis rimas se cansan de existir. Mis manos se cansan de escribir.
A veces me canso de callar lo que siento y me atormenta no poder escribirlo.

Hoy me he cansado de no rimar con nada. Hoy he extendido los brazos y he abierto paso entre las aguas por mi Tiempo de Sombras, a unas palabras que no riman con nada.

A mis palabras.